Casi todo lo que he contado hasta ahora

Casi todo lo que he contado hasta ahora

Antonio Barbosa (Badajoz, 1987) Antonio Barbosa el artista extremeño Cuéntaseloanto se ha dedicado el mayor tiempo de su vida en dibujar. Por lo que tras estudiar la E.S.O en Zafra, decidió estudiar bachiller de arte en la Escuela de Arte de Mérida en el 2004, tras un fracaso de hacer Bellas Artes, decidió hacer el curso superior de Técnico superior de Artes Plásticas de Diseño e ilustración en el 2007. Y de ahí dar el salto a Madrid, a la capital hacer un grado de diseño gráfico en lo que era Arte 10 en la Escuela superior de diseño E/S/D Madrid. Antonio se nombra artísticamente Cuéntaseloanto, por el sencillo motivo que cuando alguien quería un dibujo decían “”eso, diseño a Anto (Toño), que el sabe”, y tiene un segundo sentido, que es el de “psicólogo”, esa capacidad para conocer el carácter de las personas y comprender las causas de su comportamiento. Que en este caso se trata de saber qué es lo que quiere el cliente y representarlo.

 

Recorridos, antológicas, recopilatorias, de archivo, son algunos de los nombres que se usan cuando se presenta la obra que

 un artista ha ido creando a través de los años, o en un determinado periodo de tiempo. La mayor parte de las veces suele ocurrir que los organizadores de esas exposiciones, acá los llamados comisarios o curadores (del inglés: Curator) se empeñen en vestirlas como de domingo para darles un aire de tesis, o un cierto discurso alternativo. Justamente de eso se trata ahora, de presentar lo que Cuéntaseloanto nos ha contado (valga el chiste fácil) durante estos años, que ya son algunos. Contar, en el sentido de narrar, tiene como una de s

us características fundamentales su poder terapéutico. Cuando contamos una historia, nuestro cerebro ordena los acontecimientos antes de verbalizarlos, es decir colocamos en una línea temporal los sucesos uno a uno, y eso ayuda a entenderlos mejor. En este momento me pregunto si colocar en una supuesta línea en la

pared diferentes imágenes (que además nos son cercanas) también tendrá esa capacidad terapéutica. Las imágenes que Cuéntaseloanto elige, son extraídas de las redes sociales, que hoy día es la principal fuente de consumo de imágenes. Un mundo mejor y perfecto que constantemente vemos/consumimos a través de la pantalla de nuestro móvil. Ese mundo irreal pero permanente en nuestro imaginario, hace que nuestra realidad se deforme (normalmente para mal), causando en nosotros gran número de sentimientos encontrados: Por un lado sabemos que esa realidad de cuerpos perfectos en playas paradisiacas es una falacia, pero no por eso dejamos de anhelarla y encontrar deprimente nuestro viaje en metro. ¿Ver de nuevo estas imágenes reproducidas por la mano de Anto y colocadas en la pared será terapéutico? ¿Sacarlas de la pantalla de nuestro teléfono y convertirlas en una imagen sin más las exorciza? ¿Es el contexto de las imágenes lo que tanto las carga de intencionalidad? Cuéntaseloanto lleva años reproduciendo estas imágenes, salvándolas de esa hoguera inevitable del prejuicio, o en otras palabras limpiándolas de postureo millennial típico de los massmedia. Para las paredes de la galería malagueña de La Matraca ha seleccionado unas 15 imágenes correspondientes a varias de las series en las que ha trabajado los últimos años. En ellas a tocado temas como la sexualidad, el erotismo, los cuerpos no normativos (y los normativos también) en un ejercicio de pintura sin dobleces. Avanzando en sus técnica al introducir por ejemplo el óleo sobre papel y no solo el lápiz al que nos tenía acostumbrados, o el trabajo de los fondos en las imágenes, en un claro acercamiento al academicismo pictórico y a la historia del arte en general.

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